Me he acostumbrado a no pensar, a no cuestionar
Divago por las horas y navego por los días sin sentir su presencia
Lo único que hago es trabajar, …….trabajar.
He hecho de mi cráneo un espacio silencioso y atemporal
a su entrada he
colgado un cartel que dice: no molestar
Es que necesito descansar,…..descansar
Un trabajo palpitante, que impulsa las venas verdes de un
ser que no duerme
Lo conozco y no me agrada, ya que no me deja vivir en paz
Es aterrador y poderoso, de él aflora la codicia por la
propiedad
¿Por qué lo ayudo?
¿Por qué mis sistólicos pasos lo acompañan?
¿Qué pasaría si lo abandono en una eterna diástole y me
entrego finalmente a la libertad?